2022-05 Indicadores de la economía alicantina

Los indicadores disponibles apuntan a una pérdida de dinamismo de la economía alicantina en los primeros meses de 2022. La trayectoria de recuperación iniciada tras las restricciones impuestas para contener el avance de la variante ómicron se ha visto frenada por la invasión rusa de Ucrania que ha intensificado las tensiones inflacionistas que ya eran elevadas antes del conflicto. Además, la huelga del transporte ha tenido un impacto negativo en la actividad, principalmente en la industria y en el sector de la distribución.

 

La inflación general repuntó hasta el 9,8% en marzo, la tasa más alta desde 1985. El impacto directo de la guerra sobre la inflación se ha visto reflejado en el fuerte incremento que han registrado los precios de la energía y los alimentos no elaborados. Los productos energéticos elevaron su tasa de variación interanual hasta el 60,9%, debió a los aumentos del precio de la electricidad (107,8%) y de los carburantes y combustibles (38,8%). A su vez, el aumento de los precios de estos componentes del IPC impulsó al alza la inflación subyacente hasta el 3,4%.

Tras el repunte de marzo, los precios de consumo descendieron ligeramente en abril, hasta el 8,3%, mientras que, por el contrario, la inflación subyacente aumentó hasta el 4,4%, lo que refleja que el aumento de los costes de producción se está trasladando con mayor intensidad a los precios de consumo. En abril el número de subclases del IPC con una tasa de inflación por encima del 5% fue del 45% (frente al 36% de marzo).

Entre los componentes de la inflación subyacente, los mayores aumentos de precios se dieron en los alimentos elaborados (8,7%). Los bienes industriales no energéticos y los servicios aumentaron su tasa de inflación hasta el 3,3% (una décima y casi un punto más, respectivamente, que en marzo).

El ligero descenso de la inflación general en abril (-0,2%), se debió al descenso del precio de los productos energéticos, como consecuencia de las bajadas de la electricidad (-26,9%) y en menor medida de los carburantes y combustibles (-6,5%) que, no obstante, siguen siendo un 34,9% y un 30% más caros que hace un año, a pesar de la bonificación de 20 céntimos por litro de combustible implementada por el Gobierno. Por otra parte, los alimentos no elaborados acentúan su tendencia alcista, elevando su tasa de inflación hasta el 10,5%.

El fuerte aumento de la inflación subyacente ha llevado a los distintos organismos a revisar al alza sus previsiones de inflación. Las últimas previsiones de FUNCAS, publicadas a mediados de mayo, sitúan la tasa media de inflación en 2022 en el 7% y la subyacente en el 4,6%. Estas previsiones están en línea con las de algunas entidades financieras como BBVA y Caixabank (7% y 6,8%, respectivamente), mientras que el Banco de España prevé un aumento del 7,5%.   

Mercado laboral

En abril el número de afiliados a la Seguridad Social aumentó en 10.235 personas, lo que sitúa la cifra total de afiliados en 696.436, 58.823 afiliados más que hace un año y 35.119 más que en abril de 2019.

Los mayores aumentos mensuales de la afiliación se produjeron en el sector servicios (10.457 afiliados más que en marzo), principalmente en las ramas de hostelería (6.565 afiliados más), comercio y reparación de vehículos de motor y motocicletas (+1.428), actividades administrativas (+576), transportes (+546) y actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (491). En la industria manufacturera el empleo se redujo en 428 personas, mientras que en la construcción y el sector agrario el número de afiliados se incrementó ligeramente (56 y 46 afiliados más, respectivamente).

La contratación indefinida está aumentando de forma notable en 2022 debido principalmente al aumento de los nuevos contratos, así como a la conversión de contratos temporales a esta modalidad. El 49,7% de los nuevos contratos registrados el pasado mes de abril fueron indefinidos, una cifra muy superior a la del mismo mes del año anterior (7,7%). En total se registraron 19.649 nuevos contratos que, junto con los 7.700 convertidos en indefinidos, elevan el peso de la contratación indefinida hasta el 58%.

El número de contratos temporales se redujo un 39,4%. En su mayor parte fueron contratos por circunstancias de la producción y contratos de sustitución.

El paro registrado se redujo en 2.866 personas, con lo que la cifra de parados se situó en 146.665 el pasado mes de abril, lo que supone un descenso de 39.948 personas respecto al registro de hace un año.

Flujos comerciales Alicante – Rusia

Las exportaciones alicantinas a Rusia suponen el 1,1% de la exportación provincial. En 2021 se exportaron a este país mercancías por valor de 65,9 millones de euros, de las que algo más de la mitad fueron manufacturas de consumo, principalmente calzado, que supone por sí sólo el 47% de la exportación total. Destacan también por su mayor valor de exportación las frutas y hortalizas (17% del total) y algunas semimanufacturas, como los materiales de construcción, productos químicos y plásticos. Las importaciones tan solo suponen el 0,2%, los cueros y manufacturas de cuero y los hilados son los productos principales. Las exportaciones a Ucrania tienen un peso menor (0,2%), mientras que las importaciones suponen el 0,3%. Los principales productos importados de este país son muebles, papel, cuero y sus manufacturas y abonos.

Por lo que respecta a los flujos turísticos, el turismo ruso representó en 2019 en torno al 2% del total de turistas extranjeros que visitaron la provincia de Alicante. Si embargo, el gasto medio diario del turista ruso (124,1 euros) es más elevado que el promedio (108 euros) y su estancia media es más larga (12,6 días frente a 9,3 días, respectivamente), por lo que su peso en el gasto total es mayor (3%).

La provincia de Alicante es el segundo destino nacional, por detrás de Barcelona, con mayor número de turistas rusos, el 81% de los que viajan a la Comunidad Valenciana y el 11% de todos los que viajan a España.

El turista ruso es mayoritariamente residencial: el 27,4% se aloja en vivienda de alquiler, un 20,8% en segundas residencias y un 15% en viviendas de familiares o amigos, mientras que los establecimientos hoteleros son la modalidad de alojamiento utilizada por el 35,1%. 

En 2019, los turistas rusos realizaron 144.000 pernoctaciones hoteleras y 160.800 pernoctaciones en apartamentos gestionados por empresas, unas cifras que representan, respectivamente, el 1,6% y el 3,3% de las pernoctaciones realizadas por extranjeros en la provincia de Alicante en estos establecimientos.

La mayoría de los turistas rusos que llegan a la provincia lo hacen por vía aérea. El mercado ruso supuso en 2019 el 2,1% del tráfico internacional del Aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández (277.550 pasajeros).

Según los datos del Padrón de Habitantes publicado por el INE, a 1 de enero de 2022 residían en la provincia de Alicante 17.358 rusos, el 21% de los que viven en España, siendo Alicante la provincia española con mayor número de residentes de esta nacionalidad. El 40% de la población rusa que reside en la provincia de Alicante se concentra en La Vega Baja, mayoritariamente en Torrevieja (23% del total) y Orihuela (8%), así como en otros municipios como Guardamar del Segura, Rojales, Pilar de la Horadada, Almoradí, etc. Las comarcas de la Marina Baixa y Alta concentran un 20% y un 13%, respectivamente. En la primera, destacan por el mayor número de residentes rusos los municipios de Benidorm, Villajoyosa, Finestrat, Alfàs del Pi y la Nucia. En la segunda, Calpe, Altea, Dénia, Jávea, Benitachell, Benissa y Teulada. El municipio de Alicante también destaca en este aspecto, con el 17% del total.

Por lo que respecta a la población ucraniana, en la provincia residen 11.506 ciudadanos de esta nacionalidad, con una distribución muy similar, aunque presentan una mayor concentración en las comarcas de la Vega Baja (45%) y l’Alacantí (22%) y una menor representación en Las Marinas.

Considerados conjuntamente, la población rusa y ucraniana suponen el 1,5% de la población de la provincia de Alicante y el 7,5% de la población extranjera residente.

Aunque en 2021 el número de viviendas vendidas a compradores rusos se incrementó un 15%, el mercado ruso está perdiendo peso sobre el total de ventas a extranjeros. El número de compraventas se aleja de los valores alcanzados en los años anteriores a la crisis y el precio pagado por las viviendas adquiridas se sitúa por debajo de la media del conjunto de compradores extranjeros.

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