Los indicadores disponibles apuntan a un mayor dinamismo de la economía alicantina en los primeros meses de 2023. El descenso de los precios del petróleo y el gas en los últimos meses, el buen comportamiento del mercado laboral y el apoyo proporcionado por las medidas desplegadas para hacer frente a la crisis energética están contribuyendo al sostenimiento de la actividad. No, obstante, el crecimiento sigue limitado por la persistencia de tasas de inflación elevadas y por el aumento de los tipos de interés.
La inflación general se redujo hasta el 3,2% en mayo (4,1% en abril), según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE. Esta evolución se debe al descenso del precio de los carburantes, en línea con la moderación del precio del barril de Brent, que en el promedio del mes de mayo se ha situado en 76 dólares, por debajo de los 83 dólares de abril, y a pesar de que, desde abril de 2022 y hasta diciembre de dicho año, el precio del carburante gozaba de una bonificación generalizada de 20 céntimos por litro. Por otra parte, el precio de referencia del gas en España (MIBGAS) continúa su tendencia a la baja, situándose en 30 €/MWh en el promedio de mayo, lo que se está reflejando en el descenso del precio de la electricidad.
Por su parte, la inflación subyacente, aunque ha caído hasta el 6,1% (6,6% en abril), continúa en niveles muy altos y las previsiones del Banco de España apuntan a que en el conjunto de 2023 podría alcanzar un crecimiento medio anual algo superior al de 2022 (3,9% frente a 3,8%, respectivamente).
Descargar informe completo (PDF)