La celebración de la Navidad produce un cambio importante en los hábitos de compra y consumo de las personas y en las estrategias comerciales de distribución.
En Navidad los hogares se gastan un 30% más en alimentación que la media mensual del resto del año.
Durante las fiestas navideñas aumenta el consumo de productos de alimentación y bebidas. Los productos cuyo consumo aumenta proporcionalmente más respecto al promedio del año, son los productos típicamente navideños, como los turrones y dulces navideños, el roscón de Reyes, las frutas escarchadas, fruta seca, etc., No obstante, también aumentan su participación en la cesta de la compra otros productos que, aunque se consumen el resto del año, se consumen más en Navidad, tanto en cantidad como en calidad, como carnes de ovino y caprino, pavo y otras carnes frescas, pescados y mariscos, productos ahumados, jamón, frutas tropicales, vinos con denominación de origen, cavas/espumosos, sidra, licores y otras bebidas alcohólicas.