Panorámica Alicante - Balance 2021 / Perspectivas 2022

Balance 2021

La evolución de la actividad económica de la provincia de Alicante en 2021 ha estado marcada por las sucesivas olas de la pandemia y el mantenimiento de diversas medidas de contención, las alteraciones en las cadenas globales de producción y el fuerte repunte de los precios energéticos.
El PIB de la provincia de Alicante creció un 8,1% el pasado año. Este crecimiento ha permitido a la economía alicantina seguir recortando la distancia respecto al nivel anterior a la pandemia. Al finalizar el cuarto trimestre, el PIB provincial se situaba 7,8 pp por debajo del nivel de finales de 2019.
En 2021 se ha producido una importante recuperación del empleo: 683.341 afiliados a la Seguridad Social, 35.700 más que en 2020 y 19.000 más que en 2019. A pesar del aumento de la ocupación, la tasa de paro se mantiene en niveles elevados (18,5%), y supera en 2,85 pp el nivel previo a la pandemia.
El consumo de los hogares ha seguido una trayectoria de recuperación, tras el fuerte desplome sufrido en 2020, especialmente en los sectores de ocio, restauración y turismo, frente a un gasto más moderado en algunos bienes que se han visto afectados por restricciones de oferta.
El mercado inmobiliario ha evolucionado de forma positiva. Las compraventas de viviendas alcanzaron el valor más alto de los últimos catorce años, sin embargo, la oferta de vivienda nueva está creciendo a un ritmo más lento. Este desajuste y el encarecimiento de los costes de producción ha provocado un repunte de los precios de la vivienda.
Las exportaciones alicantinas superaron los 6.200 millones de euros. Todos los sectores exportadores incrementaron sus ventas al exterior y en la mayoría de ellos el valor de la exportación superó los registros de 2019. Las ventas a la Unión Europea crecieron un 24%. En el mercado extracomunitario, los mayores crecimientos se produjeron en las ventas a Reino Unido, Estados Unidos y América Latina.
La demanda nacional ha sido el soporte de la actividad turística durante el pasado año. Las restricciones a los desplazamientos internacionales en los principales mercados han provocado una importante caída del turismo extranjero, que continúa muy alejado de los niveles previos a la pandemia, en términos de afluencia y gasto.

Perspectivas 2022

La invasión rusa de Ucrania ha modificado de forma intensa las perspectivas de la economía mundial. Las previsiones de crecimiento se han revisado a la baja, especialmente en Europa y se han intensificado las presiones inflacionistas.
Los indicadores disponibles para la economía alicantina apuntan a una moderación de la actividad en los primeros meses de 2022.
El aumento de la inflación está recortando la renta disponible de las familias y restando recursos a las empresas, lo que sin duda afectará a sus decisiones de consumo e inversión, en un contexto marcado por la incertidumbre y la caída de la confianza.
No obstante, se espera que el consumo de los hogares vaya ganando pulso a lo largo de 2022 impulsado por la recuperación del mercado de trabajo, y el mantenimiento de unas condiciones financieras favorables, aunque algo más restrictivas.
La inversión empresarial podría moderar su ritmo de crecimiento en un contexto de encarecimiento de los costes de producción, agravamiento de los problemas de suministro y deterioro de las expectativas de facturación.
A corto plazo, la construcción de viviendas seguirá limitada por diversos factores como la escasez de mano de obra especializada, y el encarecimiento de la energía y otras materias primas básicas. Estos impactos negativos se verán parcialmente contrarrestados por el impulso de los fondos europeos NGEU.
Los intercambios comerciales con el exterior tenderán a desacelerarse, debido a la persistencia de las alteraciones de las cadenas de suministros globales y al menor crecimiento previsto de nuestros principales mercados de exportación.
En un contexto marcado por la incertidumbre, las expectativas apuntan a una progresiva recuperación de la actividad turística a lo largo de 2022.